domingo, 20 de mayo de 2007

Grandes deportistas

Álvaro Ayala


Michael Jordan

El deportista elegido para esta tercera edición de Génesis es el mejor jugador de baloncesto que la madre naturaleza ha sido capaz de dar. A Michael Jordan le debo mi afición a este deporte, particularmente NBA. De él se llegó a decir tras un partido de Play-Off ante los Boston Celtics más grandes de la historia en boca de Larry Bird “He visto a Dios disfrazado de Michael Jordan” Si nos detenemos unos segundos a reflexionar esta afirmación desde uno de los grandes del baloncesto norteamericano caemos en la cuenta de la grandeza de este jugador.

Impresionante. Los números que ha dejado en la NBA son escalofriantes. Pero prefiero no hablar de números, sino de su leyenda y su calidad personal. Lo que Jordan fue capaz de conseguir en los Chicago Bulls realmente es increíble. Poseía una característica muy especial: su talento era tan inmenso que contagiaba a sus compañeros. Prueba de ello son los 6 anillos que dio a la franquicia prácticamente desde la nada. Establecieron el dificilísimo récord de victorias en temporada regular (¡72-10!). Los más grandes jugadores de su generación sucumbieron ante su muñeca prodigiosa.

¿Su especialidad? Realmente todas. Anotador (tanto de campo como exteriores), asistente, matador (ganador del Slam Dunk dos veces, 87-88), reboteador... pero yo me quedo con su determinación y confianza en el tiro: Jordan pasará a la historia, entre otras cosas, por su facilidad para anotar sobre la bocina (ya sea en un partido de temporada regular como el séptimo de la final). No se amilanaba. Sus compañeros no dudaban en darle el balón cuando las cosas se les ponían difíciles y Michael no solía defraudar.

Con 40 años se retiró, aunque ya lo había hecho dos veces anteriormente con su correspondiente vuelta, con un promedio anotador de 20 puntos, 6’1 rebotes y 3’8 asistencias... Sobran las palabras.

El considerado como “Mejor atleta del S. XX” por el ESPN me sabe a muy poco. “Dios” se merece mucho más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas, buen artículo, aunque las palabras exactas del señor Bird fueron: "Esta noche he visto a dios disfrazado de jugador de baloncesto".

Luego, la foto, perfecta, pero también podría haberse puesto la del mate desde el tiro libre, o la del tiro sobre la bocina en el séptimo partido de la final contra Utah.

Bueno, Jordan era dios, sí, un crack en todos los sentidos, mucho tardaremos en ver un jugador como este, y mas en la actualidad que a los jugadores solo le interesan sus números y sus intereses personales, sin tener en cuenta a los compañeros.

Un saludo, AFZ.

Anónimo dijo...

Hola, gran artículo, pero una pequeña corrección. Dices que Jordan es capaza de anotar tiros en el último segundo, y haces referencia a un septimos partido de una final. Jordan nunca llegó a jugar una final a 7 partidos y el de Utah en el 98 fue en el sexto partido.

Un saludo