domingo, 20 de mayo de 2007

Emoción, vencedores, espéctaculo...

David González

Real Madrid, Barcelona y Sevilla siguen empeñados en hacernos disfrutar de la emoción del fútbol como ya no recordábamos. Un Madrid incomprensiblemente ganador y demoledor, un Barcelona “renacido” (tras el sorprendente 0-6 en el Calderón), y la consistencia de un equipo que lucha contra dos gigantes, como es el Sevilla, reciente ganador de la UEFA, superviviente en aquel partidazo que se dio el pasado miércoles en Glasgow, nos demuestran el por qué el fútbol tiene “algo más”. La liga del mal fútbol llega a su recta final y nada está decidido. Disfrutemos mientras tanto.

Jorge Lorenzo sigue a lo suyo, que es ganar, y en el Gran Premio de Francia nos volvió a mostrar que la categoría en la que compite le empieza a quedar algo pequeña. Duelo intenso con Dovizioso, su máximo rival, victoria, y 25 puntos más en su suma y sigue particular que parece no tener límite.

Pero el punto álgido del fin de semana lo volvieron a dar los, en mi humilde opinión, deportistas del momento, estos dos monstruos de las pistas que son el suizo Roger Federer y nuestro Rafa Nadal, que nos brindaron, un domingo más, una final de Masters Series. Esta vez, el helvético tuvo más suerte y, ayudado por el cansancio del español, se hizo con el trofeo de Hamburgo, cortando así con la incontestable racha del manacorí de 81 partidos en tierra batida. “Si contra alguien tenía que perder, ese era él” dijo Rafa tras el encuentro. Roland Garros está cerca. Esperemos que se cumplan los pronósticos y que vuelvan a deleitarnos con una final inolvidable

Finales de conferencia que pueden resultar algo desilusionantes para un seguidor amateur del baloncesto americano como pueda ser yo, en los Play-Off de la NBA. Equipos como Miami, Chicago, Dallas o Phoenix, practicantes de un baloncesto que constituye la esencia y el signo de identidad de la NBA (sobretodo Phoenix) se han quedado a mitad de camino, mientras Utah o Cleveland, equipos menores, aún siguen dando guerra, ante la más que previsible lucha entre los insultantemente perfectos Pistons y Spurs por la consecución del anillo. Paralelo a esto, los Play-off de la ACB han hechado a rodar con una presumible igualdad que esperemos nos vuelva a aficionar al baloncesto español.

Para acabar, enhorabuena al Murcia y al Almería, y a los murcianos y los almerienses, que la temporada que viene serán visitados, de nuevo, por los más grandes del fútbol español. Se lo merecen.

Todo esto fue lo que dio de sí la semana en deportes (algo me dejaré en el tintero). Y esta semana, más y mejor, con la final de la Champions, la Liga, la ACB, el Gran Premio de Montecarlo… Para no perdérselo.

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